Si de traiciones se trata, los “judas” hacen su aparición en estas épocas cuando los partidos políticos están en pleno hervidero, repartiendo sus candidaturas poco antes del proceso electoral que debe terminar el mes de junio entrante con la elección de alcaldes y diputados.
Mérida, Yucatán a 16 de febrero del 2021
Nos viene a la mente una pareja macabra que ha hecho de la traición una costumbre y sus actos no son bien vistos por la sociedad, que ha tenido que soportar a este par de personajes que incursionaron en la política hace unos años y que se mantienen gracias al servilismo de ambos, pero cada vez cuentan con menos seguidores y pronto estarán en el exilio, ya que todos le darán la espalda por no ser coherentes entre lo que hacen y lo que dicen.
Ellos son la pareja formada por Celia Rivas y Fernando “Quity” Cervera, quienes brincaron de liana en liana de las esferas del poder dejando una estela de malos tratos, prepotencia y complicidad.
La gestión de Celia Rivas al frente de la Fiscalía General del Estado fue gris y opaca, como sus apreciaciones, ya que nunca fue la persona que pueda responder a las exigencias ciudadanas de hacer justicia, y mucho menos al ex Gobernador Rolando Zapata Bello, quien la ubicó en una posición que siempre añoró su hermano Gabriel en el esquema gubernamental.
Fue presidenta del Congreso del Estado, en los últimos 3 años del Gobierno anterior con pobres resultados, pero al terminarse la administración, quiso tener una curul federal por el Partido Revolucionario Institucional, apoyándose en los contactos de su esposo, pero no tenía la fuerza para conseguirlo, por lo que fue relegada y bajada del grupo privilegiado de candidatos.
Cuentan que su apoyo por Pablo Gamboa Miner provocó que fuera relegada junto con su esposo, quienes inmediatamente buscaron la manera de enrolarse con el candidato Mauricio Vila Dosal, traicionando a quienes confiaron en ellos y dándole la espalda a sus seguidores, quienes vieron completar su obra maestra de irse a otro lugar.
Gracias a ello ambos quedaron ubicados en el nuevo gobierno, una como directora del Registro Civil y el otro como director del CECYTEY, pero este último pronto renunció 8 meses después de la ratificación de su nombramiento.
Actualmente la cúpula panista alza la voz ante estos personajes que decidieron enrolarse en su partido para alcanzar posiciones populares dejando atrás a los perfiles que cumplen con los requisitos estatutarios ,por lo que ya no quieren más migajas, ya basta de satisfacer apetitos personales de un grupo preciso un líder de subcomité resaltando que el “pan es para los panistas no para los oportunistas” décadas odiando, maldiciendo discursos de priistas por sus antecedentes y hoy nuestro dirigente Asís Cano Cetina les abre las puertas de nuestra institución política volviéndose sordo, ciego y mudo ante nuestra inconformidad de convocar a elecciones internas para todos los cargos populares.
La gestión de Celia Rivas al frente de la Fiscalía General del Estado fue gris y opaca, como sus apreciaciones, ya que nunca fue la persona que pueda responder a las exigencias ciudadanas de hacer justicia, y mucho menos al ex Gobernador Rolando Zapata Bello, quien la ubicó en una posición que siempre añoró su hermano Gabriel en el esquema gubernamental.
Fue presidenta del Congreso del Estado, en los últimos 3 años del Gobierno anterior con pobres resultados, pero al terminarse la administración, quiso tener una curul federal por el Partido Revolucionario Institucional, apoyándose en los contactos de su esposo, pero no tenía la fuerza para conseguirlo, por lo que fue relegada y bajada del grupo privilegiado de candidatos.
Cuentan que su apoyo por Pablo Gamboa Miner provocó que fuera relegada junto con su esposo, quienes inmediatamente buscaron la manera de enrolarse con el candidato Mauricio Vila Dosal, traicionando a quienes confiaron en ellos y dándole la espalda a sus seguidores, quienes vieron completar su obra maestra de irse a otro lugar.
Actualmente la cúpula panista alza la voz ante estos personajes que decidieron enrolarse en su partido para alcanzar posiciones populares dejando atrás a los perfiles que cumplen con los requisitos estatutarios ,por lo que ya no quieren más migajas, ya basta de satisfacer apetitos personales de un grupo preciso un líder de subcomité resaltando que el “pan es para los panistas no para los oportunistas” décadas odiando, maldiciendo discursos de priistas por sus antecedentes y hoy nuestro dirigente Asís Cano Cetina les abre las puertas de nuestra institución política volviéndose sordo, ciego y mudo ante nuestra inconformidad de convocar a elecciones internas para todos los cargos populares.